Llevo tiempo dándole vueltas a esta sencilla cuestión, una pregunta que gira una y otra vez en mi cabeza tratando de encontrar una respuesta capaz, al menos, de darme o negarme una autosatisfacción.
Desde muy joven, debido a mi formación, me inculcaron una máxima que me ha acompañado, a lo largo de los años, hasta nuestros días. Una norma de conducta, de vida diría yo, que se resume en esta frase: No se trata de lo que pueda hacer España por mí, sino lo que puedo hacer yo por España; algo extrapolable, bajando un par de escalones, es de aplicación a mi ciudad y en consecuencia no es relevante lo que pueda darme La Coruña sino lo que yo le pueda dar a ella.
Desde muy joven, debido a mi formación, me inculcaron una máxima que me ha acompañado, a lo largo de los años, hasta nuestros días. Una norma de conducta, de vida diría yo, que se resume en esta frase: No se trata de lo que pueda hacer España por mí, sino lo que puedo hacer yo por España; algo extrapolable, bajando un par de escalones, es de aplicación a mi ciudad y en consecuencia no es relevante lo que pueda darme La Coruña sino lo que yo le pueda dar a ella.
La Cabalgata de 1972 |