domingo, 3 de diciembre de 2017

1937. Por San Juan La Coruña lucía esplendorosa celebrando la toma de Bilbao por el Ejército Nacional.

Liberación de Bilbao por la Fuerzas Nacionales, Junio de 1937
Un precioso aspecto ofrecía La Coruña aquellos días del San Juan de 1937. Edificios públicos, sociedades de recreo y casas particulares, lucían colgaduras y banderas de España, con motivo de la celebración de la toma por las fuerzas del Ejército Nacional de la ciudad de Bilbao el día 19 de junio. Destacaron sobre todo la gran iluminación del palacio Municipal y de la torre de la Iglesia de los Jesuitas.


Los tranvías circularon desde el día 20 y por espacio de una semana,  engalanados con gallardetes, llevando en los costados, los de la línea interurbana,  Escudos de España. Fueron izadas grandes Banderas Nacionales en la batería del Monte de San Pedro y en la antena de la estación del Campo de la Estrada. En muchísimas galerías y balcones, además de banderas Nacionales rojo y gualda, se podían observar letreros con las inscripciones de ¡Viva a España!, ¡Viva Franco!, ¡Viva Mola!, realizadas con bombillas eléctricas de colores.

La víspera de San Juan hubo fiesta en el leiron del Sporting. 
La víspera de San Juan se celebró en el relleno una animada verbena con la asistencia de miles de personas, quemándose una hoguera en la zona del puerto más cercana al relleno. En los rostros de las gentes se podía observar aun la alegría por el magnífico éxito del ejército Nacional y todos los comentarios realizados en calles, bares, sociedades, hoteles y restaurantes, giraron sobre la entrada de las fuerzas de Franco en la capital Vizcaína. También en el Leiron del Sporting Club, en el Camino Nuevo, tuvo lugar una animada fiesta, con quema de hoguera incluida,  amenizada por dos orquestas y que contó con una nutrida presencia de socios y familiares. El Liceo de Monelos en su local  y el club del Mar, en el cine Hércules, ofrecieron también a sus  socios bailes con motivo de la festividad del Bautista.

Hubo también hogueras, entre otros lugares, en  Los Castros, Vioño, Los Mallos, Riazor, San Roque, San Pedro de Visma, Falperra, Peruleiro, calles de Adelaida Muro y Ángel Rebollo, resultando heridos en las mismas por quemaduras de diversa consideración,  cinco jóvenes y dos muchachas.

Centenares de fieles participaban en la solemnidad de San Juan Bautista. En la capilla de San Roque hubo a las ocho de la mañana Misa de comunión; a las once Misa solemne cantada con la exposición del Santísimo que permaneció hasta la siete de la tarde para su  pública adoración. A esa hora se retiró el Santísimo, se rezó la novena al Santo Precursor y se impartió la bendición apostólica.

Playa de Riazor.
El día de San Juan se ponía en práctica por parte de la Policía Municipal el bando dictado por el alcalde Martín Barbadillo y de Paul, que se refería al  reglamento que regiría ese verano en las playas coruñesas  durante la época de baños.  Los trajes de baño de las mujeres deberían llegar por la rodilla bien enteros o compuestos de blusa y falda, además de pantalones cuyas perneras quedarían ceñidas por encima de la rodilla. El escote quedaría limitado por el pecho  por una línea de 20 centímetros de anchura  que correría paralela a diez centímetros de las clavículas, El escote estaría confeccionado de modo que nunca pudiesen separarse sus bordes del cuerpo por muy  forzadas y violentas que fueran  las actitudes de quien los usasen.

El nuevo edificio de Correos era utilizado como
hospital de campaña. 
Ese día comenzaba también el traslado de heridos de la campaña al nuevo edificio de Correos y Telégrafos, todavía sin concluir, que fue designado como Hospital numero dos y que sería inaugurado oficialmente el día 27. La nueva instalación que iba a tener capacidad para quinientos pacientes, contaba con magníficos medios, moderno instrumental y  mobiliario adecuado.

Precisamente en homenaje a  los heridos hospitalizados en la ciudad, organizado por la Jefatura de prensa y propaganda de FET y de las JONS, tenía lugar esa tarde de San Juan en el cine Yavoy, la proyección de cuatro películas dedicadas a los ejércitos alemán e italiano y cuyos títulos fueron:   La cruzada del pan o trabajo en Alemania; Maniobras del ejercito y aviación alemanas; toma de Abisinia y LÄdunata del 9 de mayo o formación del imperio italiano tras la caída de Addis Abeba. El precio por localidad se fijó en 0,80 céntimos para ayuda a los heridos en campaña, los cuales entrarían de forma gratuita a la sala de cine.

Igualmente los heridos en campaña que se hallaban internados en el  sanatorio Lacaba,  recibieron en la mañana de San Juan la visita de 350 alumnas de las propias escuelas Labaca, que repartieron entre los bravos soldados heridos, tabaco, cerillas, caramelos y bombones. Las niñas recitaron poesías y entonaros canticos patrióticos en honor a los soldados, que emocionados agradecieron tan alegre visita.   


Calin Fernández Barallobre.