miércoles, 24 de agosto de 2016

1981. El año de la XII Meiga Mayor Isabel Ortiz Borrás.

Isabel Ortiz Borrás XII Meiga Mayor de las
Hogueras de San Juan.
Pasaban algo más de diez minutos de las nueve de la noche de aquel 23 de junio de un año, 1981, que pasaría  a los anales de la historia de España, cuando entró en el salón del Restaurante “Os Arcados-Playa Club”, la señorita Isabel Ortiz Borras que de forma radiante, vestida con un traje de noche negro que le dejaba uno de sus hombros al descubierto,  ocupó el sillón principal, colocado al efecto entre Banderas españolas, gallegas y reposteros con el Escudo de armas de La Coruña todo ellos rodeado de numerosos adornos florales. 

Isabel iba  a ser proclamada como XII Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan y con ella su corte de Meigas que estaba compuesta por Pilar Amador Pardo, Lucía Rouco Penabad, Loreto Sáenz de Buruaga Ozores, Sara Dorado Teijeiro, María Molina Ogea, Susana Martí Rodríguez, María Jesús Vázquez Pérez, Cristina Hernández Rivera, Mar Pardo Santander, Esmeralda Laredo Cordonié, Sandra Vidal Hidalgo y Elvira Álvarez.


El Teniente de Alcalde de Alianza Popular, César Cobián Varela,  en representación del alcalde de la ciudad, que desde el mes de abril era el ingeniero Joaquín López Menéndez, cabeza de lista de la Unión de Centro Democrático y que había sustituido en el cargo al nacionalista de izquierdas Domingo Merino, imponía la banda con los colores de la bandera de España  a Isabel.


miércoles, 3 de agosto de 2016

1980. El año de la XI Meiga Mayor Ana Loureda Arrojo.

La Xi Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan
Ana Loureda Arrojo. 
Con qué sentimiento y pasión cantó aquella noche singular de junio, la más corta del año, el pregonero de la  fiesta del Aquelarre Poético, que no era otro que el vate coruñés, Manuel Seoane Mejuto. 

Dibujó de forma muy gráfica, aquella velada donde la Meiga Mayor y sus Meigas de Honor revivían, según sus palabras, ”imágenes pasadas como blancas espumas, en medio del regocijo, los fuegos, los ramos de flores, los cardos de plata, la ceremonia de imposición de bandas, el cambio de atributos entre las meigas mayores, en un medio expectante de flashes, luces, banderas, tapices y desfile con música clásica que funde esta noche heráldica en sensibles emociones de armonioso arpegios, que tonifican y acarician el ambiente y los sentidos. Es el preludio de la fiesta, de la Noche del fuego”.

Sin embargo aquella Noche, donde se coronó a la XI Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan de La Coruña, Ana Loureda Arrojo y a sus Meigas de honor. Marisa Enseñat, Ñañe Enseñat, Luz Rey, Ana Rey, María Iglesias, Puri Prieto, Mati Picón, Begoña Picón, Paqui García Cartagena y Lucía Laredo, fue distinta a todas las demás.

En el ambiente flotaba una ausencia, que aunque justificada, importantísima e imposible  de llenar. Por primera vez y única en el devenir histórico de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, su creador, líder indiscutible y capitán, José Eugenio Fernández Barallobre, Cheche, no estaba presente en una Noche de San Juan. Sus deberes para con la Patria en el Regimiento de Infantería Córdoba nº 10, que sentaba sus reales en la bellísima y embrujadora Granada, se lo impidieron.

lunes, 1 de agosto de 2016

Las fiestas de María Pita

El verano ha sido siempre una especie de punto y aparte en la vida de cualquier ciudad, un tiempo que se vive de un modo menos formalista e incluso sin la prisa habitual que nos embarga el resto del año. Las tradicionales vacaciones trastocan el orden normal de las vivencias y el buen tiempo invita a mejor saborear las calles incluso en los suaves nocturnos.

1920. En la noche de San Juan el Sporting club, inauguraba la temporada de fiestas semanales de verano.

Parque del Sporting club, el popular Leirón.
Con hogueras en muchas calles, se solemnizó ese año de 1920 la noche de San Juan.  En las calles de la Torre y San Juan hubo dos animadas verbenas  en recuerdo de aquellas inolvidables que  a principios de siglo se celebraban en el campo de la Leña. 

Sin embargo la noche, a pesar del gran jolgorio, fue más pobre que las anteriores en adornos y banderitas. Se echaron en falta algunos arcos artísticamente realizados con ramaje.

El vecindario dio buena cuenta, a la hora de comer de los días 23 y 24, de empanadas y cabrito, platos obligados en tales fechas. En la calle de San Juan hasta se sirvieron fresas de postre. Numerosos cohetes fueron lanzados al cielo coruñés. A la noche la verbena estuvo concurridísima y en la calle de San Juan, además de una gran hoguera, no faltó la elevación de un globo.