miércoles, 28 de febrero de 2018

2002 El año de la XXXIII Meiga Mayor Eva Vilariño Ramos y de la XIX Meiga Mayor Infantil Julia Regueiro Anta.

Eva Vilariño Ramos XXXIII Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan.
El día 31 de mayo de ese año  daban comenzó de forma oficial las Hogueras de San Juan de La Coruña 2002.  A las ocho y media  de la tarde tenía lugar en el Teatro Colón la XXXII Fiesta del Aquelarre Poético, con los actos de proclamación de la XXXIII Meiga Mayor de las Hogueras de San Juan de La Coruña, Eva Vilariño Ramos y sus Meigas de Honor, que tuvieron su inicio con la actuación de la Banda de Gaitas Agarimo de Catabois.

sábado, 10 de febrero de 2018

Feliz Carnaval

Deseamos a todos un muy feliz Carnaval 2018. Toca ponerse la careta para vivir intensamente este nuevo Antroido.

Feliz Carnaval y buenas laconadas.


jueves, 8 de febrero de 2018

1938. En la tarde del día de San Juan, lucia bellísima la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús que salía en procesión desde su templo de la calle Juana de Vega.

Juan González Regueral alcalde de
La Coruña
En ese junio de 1938 concretamente el   día 23 de junio el alcalde de La Coruña coronel del arma de Caballería Juan González Regueral  en cumplimiento de la ordenanza, ponía en marcha  las prescripciones sobre la temporada de baños en las playas de La Coruña y provincia y dictaba entre otras, las siguientes disposiciones: Los niños no podrían bañarse solos; las mujeres mayores de doce años tendrían que llevar traje de baño con falda hasta la rodilla; para circular por la playa los bañistas deberían llevar albornoz; no se permitiría desnudarse  ni vestirse al aire libre; En las playas no podrían bañarse perros ni caballerías; No se podría tomar baños desde  la Puerta Real a la zona  del muelle del Este, así como a ambos lados del baluarte del Caramanchón, más conocido como la Coraza, entre las playas de Riazor y Orzan;  Se permitía bañarse  en los Pelamios, San Amaro, Berberiana, Orzan, Riazor y Parrote.

jueves, 1 de febrero de 2018

Aquellos bares de mi calle

Mi calle, mi querida "Fernando Macías" de tantas evocaciones personales, fue el marco natural de mi socialización personal; en ella, en sus esquinas siempre mal iluminadas, aprendí la difícil tarea de aprendiz de hombre; una asignatura que estudié con esfuerzo y dedicación a lo largo de años, a través de noches de fuego de campamento, tardes otoñales de idilio juvenil, largos paseos mirando al mar de poniente o maravillosas noches de San Juan vividas en comunión de sueños y deseos.