Páginas
- Portada
- Historia
- Distinciones
- Meigas Mayores
- Pregoneros
- Proclamación de Meigas Mayores
- Meigas Mayores Infantiles
- Proclamación Meigas Infantiles
- Hemeroteca
- Galería
- Carteles
- Reconocimientos
- Publicaciones
- Hogueras alegóricas
- Anecdotario
- San Juan de antaño
- Ritos, leyendas y tradiciones
- Artículos
- Protocolo
- Actos
- Temas de interés
- En el año...
- Coruña de ayer
- Premios San Juan
- Meigas Mayores Honoríficas
- Meigas Mayores Veteranas
viernes, 12 de junio de 2015
jueves, 11 de junio de 2015
Nuestros antecedentes
Nuestra particular aventura, nuestra historia, la historia de nuestras HOGUERAS, nace en una Coruña ilusionada que comenzaba a desperezarse, como el resto de España, con el inicio de la llamada “década prodigiosa” y lo hace en la calle de Fernando Macías, asomada a nuestra querida playa de Riazor, donde vivimos los mágicos años de la infancia y de la juventud. Allí, sin saberlo, unos cuantos comenzamos a hacer historia.
Aquella Coruña de la década de los 60, la de nuestras correrías infantiles, era una ciudad alegre y bulliciosa de casi 200.000 habitantes. Por aquel tiempo iniciaba uno de sus estiramientos urbanos, construyendo el populoso y monstruosamente urbanizado barrio del Agra del Orzán; también, en aquellos años, asistimos al despertar industrial con la construcción de la Refinería de petróleos en la zona de San José, todo un hito para una ciudad comercial y de servicios como siempre ha sido la nuestra.
Aquella Coruña de la década de los 60, la de nuestras correrías infantiles, era una ciudad alegre y bulliciosa de casi 200.000 habitantes. Por aquel tiempo iniciaba uno de sus estiramientos urbanos, construyendo el populoso y monstruosamente urbanizado barrio del Agra del Orzán; también, en aquellos años, asistimos al despertar industrial con la construcción de la Refinería de petróleos en la zona de San José, todo un hito para una ciudad comercial y de servicios como siempre ha sido la nuestra.
Playa de Riazor, años 60 |
miércoles, 10 de junio de 2015
La primera Noche de San Juan de la II República.
Una
pertinaz y molesta lluvia que cayó sobre la ciudad durante la tarde y noche del
día 23 de junio de 1931, no logró
deslucir la primera Noche de San Juan de la estrenada II República Española que dos meses antes se
había encontrado con el poder tirado en medio de la calle por la huida inaudita
del Rey Alfonso XIII, representante de
la secular monarquía española.
Numerosas
hogueras alumbraron el cielo coruñés y varias
rondas, murgas y coros dieron color y gran
ambiente musical a numerosas calles que estuvieron muy concurridas. Se
registraron a lo largo de tan singular
noche numerosas borracheras y hubo que atender a varios heridos y contusionados.
Todos ellos fueron asistidos en la Casa de Socorro, destacando por su importancia las heridas sufridas
por una vecina de la calle de Caballeros, Luisa García, que se quemó en ambas
piernas. Otro joven, este vecino de la calle Orillamar, Bienvenido González,
sufrió fractura de peroné y luxación de tibia de la pierna derecha al caer en el justo momento que saltaba una
gran hoguera muy cerca del cementerio de San Amaro. Otros tres percances de importancia sucedieron en las calles de
Vera, Campo de Artillería y Juan Florez,
donde fueron atendidos respectivamente Agustina Mantiñán con luxación de tibia,
Rosa Méndez con importantes quemaduras en cara y brazos así como Antonio
Taracido, con un profuso corte en la
mano derecha.
Las
calles del Orzán, Cordelería al igual que la de
Rubine amenizaron sus respectivas
hogueras con lanzamiento de cohetes. Los
vecinos de la calle del Campo de
Artillería y rúas adyacentes,
organizaron en honor al Santo Precursor,
diversas actividades alrededor de las consabidas hogueras, con música de
organillo, de gaitas, concursos y disparo de numerosas bombas de palenque. Por su parte el Sporting club también cumplió
con el ritual del fuego en su parque de Juan Florez, el popular “Leirón”, que
estaba profusamente engalanado de farolillos y bombillas, donde acogió una animada y muy concurrida verbena,
amenizada por una selecta orquesta. Los
socios del Náutico llenaron los salones de la entidad marítima para participar
en la quema de su hoguera y en un
divertido baile. Por su parte La Coral “Follas Novas” participó en el baile
organizado en el parque Damm que duró hasta altas horas de la madrugada. Fue
sin lugar a dudas una noche de alegría.
Calín Fernández Barallobre
Suscribirse a:
Entradas (Atom)