Calles Castelar y Estrella. |
En la situada en
la Plaza de Pontevedra, hubo que atender
al niño Luis Pérez, que sufrió quemaduras de pronóstico leve al quemarse
saltado dicha hoguera. En la verbena de la calle de la Torre, de las pocas
verbenas que tuvieron lugar aquella noche, una pareja de guardias de
seguridad tuvo que detener a Antonio Vázquez, su hermano Eduardo y
Manuel Pombo por promover un monumental
escándalo.
En la hoguera quemada en la calle del Corralón riñeron, yéndose a las manos, Josefa Meijide y una mujer conocida como María “la chambona”, resultado con heridas leves la primera, de las que fue asistida en la casa de socorro. Una pareja del cuerpo de Seguridad se llevó a comisaria a la Chambona y después de prestar declaración quedó en libertad con cargos.
En la hoguera quemada en la calle del Corralón riñeron, yéndose a las manos, Josefa Meijide y una mujer conocida como María “la chambona”, resultado con heridas leves la primera, de las que fue asistida en la casa de socorro. Una pareja del cuerpo de Seguridad se llevó a comisaria a la Chambona y después de prestar declaración quedó en libertad con cargos.
Pero lo que
verdaderamente empañó aquella noche de San Juan fueron las puñaladas acaecidas
sobre las once y media en la céntrica calle de la Estrella, durante una pelea
que se produjo por antiguas rencillas entre Salustiano González, de profesión
camarero y Cirilo Campos, propietario de una fonda sita en la calle de la
Franja. Cuando ambos veían arder una hoguera en la calle de Mantelería, comenzó
la discusión que fue in crescendo y
finalizó con Cirilo acometiendo con una navaja a Salustiano, ocasionándole ocho
heridas en antebrazo, brazo, tórax, mano derecha y otras partes del cuerpo. El agresor se dio a
la fuga y el herido pidió auxilio a una
pareja del Cuerpo de Seguridad que prestaba sus servicios en la esquina del Cantón Grande con la Calle
Castelar, rogándoles le acompañasen a la casa de socorro para curarse y donde
le pronosticaron las ocho heridas como reservadas.
Conocido por las
fuerzas del orden que Cirilo vivía en la calle de la Franja, otra pareja del
Cuerpo de Seguridad se presentó en la fonda que regentaba y procedió a detener
al agresor, Conducido a la comisaría de
Policía, fue sometido a interrogatorio, negando Cirilo todo lo que se le
imputaba. Ante su negativa a reconocer
los hechos fue puesto a disposición del juez de instrucción del distrito de la
Audiencia.
Cuando Cirilo era
trasladado de la Comisaría a la Prevención
de Seguridad, este intentó fugarse en la calle de San Andrés. Los guardias que le custodiaban abrieron
fuego contra el huido, disparándole varios tiros, uno de los cuales hirió en el
muslo izquierdo a Cirilo que ingresó en el Hospital quedando custodiado por dos
guardias de Seguridad. La noche sanjuanera había sido movidita y sangrienta.
Al día siguiente
a las once de la mañana tuvo lugar en la Capilla de San Roque la Misa solemne
en honor a San Juan Bautista que durante el día recibió a centenares de fieles
que acudieron a visitarlo y a participar en su novena. Ese sábado a la tarde se
celebraron las tradicionales merendiñas en el campo de la Torre de Hércules,
donde debido al magnifico tiempo reinante, se dieron cita numerosos vecinos que
merendaron, bebieron, cantaron y bailaron hasta
cerca de las once de la noche.
Calin Fernández
Barallobre.