Parque del Sporting club, el popular Leirón. |
Con
hogueras en muchas calles, se solemnizó ese año de 1920 la noche de San Juan. En las calles de la Torre y San Juan hubo dos
animadas verbenas en recuerdo de
aquellas inolvidables que a principios
de siglo se celebraban en el campo de la Leña.
Sin embargo la noche, a pesar
del gran jolgorio, fue más pobre que las anteriores en adornos y banderitas. Se
echaron en falta algunos arcos artísticamente realizados con ramaje.
El
vecindario dio buena cuenta, a la hora de comer de los días 23 y 24, de
empanadas y cabrito, platos obligados en tales fechas. En la calle de San Juan
hasta se sirvieron fresas de postre. Numerosos cohetes fueron lanzados al cielo
coruñés. A la noche la verbena estuvo concurridísima y en la calle de San Juan,
además de una gran hoguera, no faltó la elevación de un globo.
Por
su parte el Sporting club en su parque del Leirón del Camino Nuevo, inauguró esa tarde-noche, víspera de San Juan,
amenizada por la banda Militar del Regimiento de Infantería Isabel La Católica
bajo la dirección de Don Pedro Quiroga Marcos, las fiestas semanales de verano.
A
ella concurrieron familias de los más distinguido de la sociedad coruñesa, entre
ellos el nuevo coronel del Regimiento de Infantería, Juan Menéndez Martínez,
que había tomado posesión de su cargo en la mañana de ese día. Se vieron
también en el parque numerosos forasteros que ya se encontraban en plan
veraniego en la ciudad.
El
parque estaba lleno de casetas y tómbolas, además de abundantes bombillas de
colores. No fue la única expansión de regocijo que tuvieron los coruñeses es
día. La sociedad de inquilinos de La
Coruña mostró su regocijo al haberse firmado en Madrid el decreto sobre
alquileres. Por ello engalanó su sede sita en el Riego de Agua con una gran
bandera Nacional.
A
la tarde organizaron un desfile con banda de música que recorrió diversas
calles del centro interpretando pasodobles. Al frente de la marcha se podían
ver dos grandes cartelones que decían: “Triunfo de la sociedad de inquilinos de
España”. Un cohetero iba delante de la marcha y disparó profusión de bombas de
palenque.
A
la noche la junta directiva de la sociedad se reunió a mesa y mantel en el
Restaurante Lhardy, sito en la calle de
la Galera, donde dieron buena cuenta de
sardinas fritas, tortillas de ostras, cabrito asado, robaliza en salsa verde y
postres variados, acompañado por vinos de Rioja y del Ribeiro, encendiendo
posteriormente cerca de la Capilla de San
Andrés, una hoguera en honor a San Juan.
La
jornada siguiente, día de de San Juan,
en la capilla de San Roque finalizaba la novena dedicada al Santo. A las once hubo Misa solemne,
quedando expuesto el Santísimo hasta la siete de la tarde en que se dio con Él
la bendición. No hubo procesión.
Ese día se recordaba a los cofrades de San
Juan y San Roque que tenían de plazo para anotarse hasta el día de San Roque,
16 de agosto, dispensándoles de la cuota de entrada, quedando sólo
obligados a la caridad anual de una
peseta
El
día 25 en las inmediaciones de la Torre de Hércules se celebraron las
tradicionales merendiñas que finalizaron con otra alegre verbena.
Calin
Fernández Barallobre.