Las chiquillas de nuestra juventud

Como podría pasar por alto aquellas maravillosas chiquillas, las lindas coruñesas de nuestra juventud, que nos acompañaron en sueños y largas noches de vela aguardando la incierta respuesta a nuestra propuesta amorosa.

1917. Calurosa y animadísima Noche de San Juan

El popular Manuel María Puga y Parga "Picadillo"
era elegido Alcalde de La Coruña-

Feliz circunstancia fue la coincidencia, en aquel año de 1917, de la octava de la Pescadería con la Noche de San Juan. La ciudad ardió en fiestas desde la Torre a Monelos. Hubo magnificas verbenas  en las calles de la Torre, San Juan, Orzán, Sol, Plaza de Pontevedra, Rubine, Camino Nuevo y los barrios de San Pedro de Visma, Oza y Eirís. En todos los lugares lucieron iluminaciones eléctricas y a la  veneciana, sonaron organillos, gaitas, murgas y cohetes, muchos cohetes. Ardieron numerosas hogueras pues la calurosa y estrellada noche invitó al paseo. 

1977. El año de la VIII Meiga Mayor Isabel Ruso de Lago.

Nota del autor: Con el fin de mejorar cada día este blog “el Sueño de Una Noche de San Juan”, y ante las sugerencias recibidas, en la intención de hacer más amena y menos extensa la lectura de los diferentes capítulos, a partir de este momento, la sección “El año de la Meiga…., contendrá y rememorará únicamente noticias que acontecieron en España y en La Coruña, obviando las acaecidas en el mundo. 

Isabel Ruso de Lago.
VIII Meiga Mayor.

De lamentable, pero sobre todo de una incalificable falta de educación, fue lo que tuvo que soportar, aquella noche de San Juan de 1977, la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, por parte de las autoridades docentes que regían los destinos del Instituto Femenino Eusebio Da Guarda, para celebrar en su incomparable Paraninfo la proclamación de la VIII Meiga Mayor de las Hogueras, Isabel Ruso de Lago, que curiosamente, el destino, pasados los años, la llevaría ser la directora de ese mismo centro, algo que sucede en la actualidad. Y es que después de muchas rogativas todas ellas negativas, al final, con la ayuda de alguna autoridad, se avinieron a ceder la instalación, prohibiendo, eso si, la organización de ningún tipo de vino de honor que como venía siendo habitual cerraba, desde 1971, la Fiestas del Aquelarre poético como agasajo a Meigas, autoridades e invitados. A eso, se añadió el trato más bien desabrido e ignorante del bedel del centro que a las diez y media en punto de la noche puso a todos los concurrentes de patitas en la calle, dejándoles a las puertas del sobrio edificio en una noche de San Juan fría y ventosa. Las Meigas, familiares e invitados, tuvieron que soportar un buen rato la inclemente noche, puesto que los carros del país que iban a participar en la tradicional cabalgata se perdieron y llegaron con un importante retraso a la cita.

La relación de las HOGUERAS con el Ejército

La estrecha relación que ha unido a la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan con el Ejército arranca casi desde el instante mismo del nacimiento de nuestra Entidad y se ha mantenido en el tiempo hasta el 2104, fecha en la que la Asociación de Meigas asume el protagonismo en la organización de los actos de HOGUERAS, al cesar la Comisión en su actividad, quien también mantiene estos lazos de estrecha relación con el estamento castrense.

Fue en 1971 cuando aquel grupo de jóvenes, con no más de 19 años de media de edad, ávidos de rescatar para nuestra ciudad la cada vez más difuminada tradición de las Hogueras sanjuaneras, nos dirigimos al Teniente General García Machiñena, entonces Capitán General de Galicia, para solicitarle el concurso de treinta y tres Soldados de la Guarnición coruñesa con el fin de que formasen la primera Guardia de Honor de las Meigas para participar en la I Fiesta del Aquelarre Poético y en la Cabalgata de la noche de San Juan que también inició en este año su andadura.

 

Victoria García Otero, XXV Meiga Mayor, en el Homenaje a la Bandera de 1994