jueves, 15 de diciembre de 2016

1925. Centenares de hogueras alumbraron el cielo coruñés.

Una gran hoguera iluminó la plaza de Pontevedra en la Noche de San
Juan de 1925. 
No hubo lugar, desde la Torre a Monelos, de aquella Noche de San Juan de 1925, en que no se encendiesen centenares de hogueras de todos los tamaños y formas y  donde, en todas ellas, un ejército de chicos y chicas saltaron alegremente por encima de las llamas. Desde la Marina se pudo contemplar un bellísimo panorama con numerosas hogueras encendidas en Oza, los altos de los Castros y la carretera del Pasaje.

En Monelos hubo hogueras a los dos lados de la carretera. En la calle de Santa Lucía se estallaron una ingente cantidad de petardos. Una gran hoguera iluminó la plaza de Pontevedra. En la zona de la calle de San Juan y Torre hubo muchísima animación, con grandes y pequeñas  hogueras, globos, fuegos de artificio y muchachas muy guapas, que cogidas de la mano de los mozos, cumplieron con el rito de saltar nueve veces por encima de las llamas de las hogueras sanjuaneras, Hubo en una de ellas un pequeño susto, al caerse una joven que pretendió saltarla y tuvo la mala suerte de resbalar y caer en las llamas, perdiendo, ante las carcajadas de los presentes, los tacones de sus zapatos que se habían deprendido y sumado  a la hoguera.

En el campo volante, y en un callejón de la calle de la Torre, llamado el “callejón del chino”, hubo en varias tabernas abiertas, unos animados bailes donde se escucharon las notas de dos pianos de manubrio.

Durante la noche numerosas murgas recorrieron las calles de la ciudad con sus alegres canciones.

Al anochecer de la víspera de San Juan el Hotel Atlántic ofreció una magnifica cena, con verbena incluida, para celebrar las noche más corta del año, También el restaurante Alfonso, situado en el modernista edificio del Kiosco, ofreció un menú especial para tan señalada noche a base de: Entremeses, tortilla Rialeda, Sardinas, Lenguado al Gratín con patatas glaseadas, tarta, membrillo, queso, flan, mermeladas y frutas.

Ya de madrugada, las parejas de Seguridad, tuvieron que hacerse cargo de varios borrachos, que quizás esperasen en su estado,  la llegada del día para ver bailar el sol. No lo consiguieron y lo único que vieron bailar fueron los barrotes de la  celda de la  prevención donde pasaron la noche para despejarse de la curda.  

A la mañana de San Juan fueron centenares de coruñeses los que se acercaron hasta al Iglesia de San Roque donde se veneraba San Juan Bautista para ofrecerle sus plegarias, rezos y flores.

A la tarde del día de San Juan, el Sporting club inauguraba su temporada de fiestas de verano en el hermoso parque del Leiron del Camino Nuevo. Un gran número de gente, a  pesar de la tarde nubosa, acudió a la fiesta, donde se divirtió hasta las once de la noche  a los acordes de la orquesta Morales que interpretó un selecto repertorio bailable. El parque se hallaba adornado de forma muy llamativa y elegante, relazado aun más con la presencia de innumerables y  bellísimas coruñesas.


Calin Fernández Barallobre.