Con la nueva década llegó la consolidación del proyecto. De una parte, la Noite da Queima, se fue popularizando cada vez más. Miles y miles de personas siguieron dándose cita, cada año, en la plaza de Calvo Sotelo, delante de la Compañía de María, para ver quemar la gran hoguera tras la llegada de la colorista Cabalgata de San Juan.
Tres hitos importantes en la historia de la Comisión Promotora tuvieron como escenario esta década. De una parte, en 1992, abandonamos la explanada de Calvo Sotelo para trasladar la quema de la Hoguera a la playa de Riazor lo que ha constituido la auténtica revolución de la noche de San coruñesa.
De otra, en 1995, se modifica el sistema de elección de la Meiga Mayor que deja de ser de forma directa para hacerlo a través de una convocatoria abierta a toda la juventud coruñesa, primero por medio de las Sociedades más representativas de la ciudad y posteriormente abriéndolo a todas las jóvenes de la ciudad; para ello se establece el Jurado de Elección de la Meiga Mayor, compuesto por relevantes personalidades de la política, la empresa, la milicia, la prensa y el tejido social y cultural de La Coruña, encargado, desde entonces, de elegir al personaje central de toda la trama festiva.
Finalmente, como colofón de la década, en 2000, el Consello de la Xunta de Galicia concede a las actividades organizadas por la Comisión Promotora, dentro de su programa HOGUERAS, el título de Festa de Galicia de Interese Turístico. Con ello comienza la carrera hacia más altas cotas.
