miércoles, 12 de agosto de 2015

El verdadero motivo de trasladar la Hoguera a la playa de Riazor

A lo largo de la ya dilatada historia de nuestra Comisión Promotora - más de cuarenta y seis años y casi cincuenta y cinco quemando Hogueras la noche de San Juan - fueron varios los espacios elegidos para plantar nuestra lumerada llegada la noche del alto junio.

Si como hemos dicho, entre 1962 y 1965, la Hoguera la plantábamos en la calle ancha de Paseo de Ronda (hoy Avda. de Calvo Sotelo), frente a la central telefónica de Riazor, a partir de 1966 y hasta 1969 lo hicimos en el centro de esta amplia avenida al dejar de quemarse otra pequeña que organizaban los chiquillos de aquella calle.

En 1970, con motivo de proclamar a la I Meiga Mayor, volvimos a la ubicación de los primeros años ya que se precisaba todo el espacio posible para colocar la tribuna desde la que Estrella Pardo presidió aquella inolvidable Noite da Queima. Fue un poco como regresar a las orígenes aquella noche de San Juan que sirvió para iniciar el resurgir de las HOGUERAS en nuestra ciudad.
La Hoguera de 1991, la última que ardió frente al Colegio de la Compañía de María

martes, 11 de agosto de 2015

La Semana Deportiva

Prácticamente desde el inicio de las actividades de la Comisión Promotora, allá por 1970, unas de los principales retos que nos planteamos aquellos que, de una u otra forma, participamos en su gestación fue buscar una parcela dentro del programa de actos en la que acomodar algún tipo de manifestación de carácter deportivo. Dentro de esta línea doctrinal nació lo que denominamos Semana Deportiva.

Fue precisamente en 1972, uno de esos años que marcaron el devenir de las HOGUERAS coruñesas, cuando se celebró el nacimiento de nuestra Semana Deportiva con la disputa de la que sería su primera edición.
Jugadoras participantes portan la Bandera de la Semana Deportiva

viernes, 7 de agosto de 2015

Sueño de una noche de San Juan.




Una lluviosa noche de San Juan

No es frecuente que llueva la noche de San Juan; puede que nos sorprenda una noche de cielo encapotado o con niebla, incluso fría, sin embargo es raro que el Santo permita que la lluvia desluzca su gran noche. Tanto es así que en HOGUERAS tenemos la costumbre de decir que si esto sucede, el Santo sabrá el motivo que, por cierto, siempre lo hay.

Que yo recuerde, a lo largo de estos más de cincuenta años quemando Hogueras, tan solo llovió en dos ocasiones, concretamente en los años 1974 y 2004; otras dos veces lo hizo a lo largo de la tarde del 23 calmándose al llegar la noche e incluso, en alguna ocasión, la lluvia hizo acto de presencia a la conclusión de A Noite da Queima.
La fachada de la Compañía de María adornada la noche de San Juan de 1973