De la Iglesia de Santiago salió aquel año la Octava de la Pescadería. |
La
Procesión de la Octava salió a las siete de la tarde de la Iglesia de
Santiago, después de que el Magistral de la Colegiata, Don Baltasar Pardal,
pronunciase un elocuente sermón. En dos largas filas iban representaciones del
Ejército, Audiencia y Asociaciones Católicas, así como un nutrido grupo de
niños en traje de primera comunión, precediendo a la imagen de la Purísima.
Portaba el guion el fiscal de la Audiencia
Provincial señor Santullano. La presidencia de la Procesión recayó en el General
Jefe de Estado Mayor, señor Domingo y en el Presidente de la Audiencia, señor
García López. Portaban las varas del Palio, donde iba el Santísimo, seis jefes
y oficiales de la guarnición. Una compañía del Regimiento de Infantería con
bandera y música dio escolta a la comitiva.
Fuerzas de Infantería cubrían carrera. En la explanada de la Dársena, se
hallaban situadas fuerzas de Artillería y dos escuadrones de Caballería lo hacían
en la plaza de María Pita. Ingente cantidad de público presenció el paso de la
Procesión.
Mientras
la calle de la Torre y adyacentes como San Juan, Independencia, Campo de
Artillería, Trabajo, San Roque y Hospital, se preparaban para celebrar la noche
más corta del año, la de San Juan. Las calles de San Juan y de la Torre,
lucieron adornadas con profusión de luces, flámulas, gallardetes, escudos y
arcos de ramaje. Centenares de personas bailaron hasta la madrugada al compás
de charangas, murgas y organillos. Se prendieron numerosas hogueras y dos
globos se lanzaron al cielo desde la calle de San Juan.
En
el día de San Juan, fueron centenares de personas las que se acercaron al
templo de la calle de San Roque donde se veneraba la imagen de San Juan Bautista.
Hubo Misa solemne y a la tarde en las inmediaciones de la Torre tuvieron lugar las clásicas “merendiñas” amenizadas por una
banda de música. El baile y la jarana de cientos de vecinos, se prolongó hasta
el anochecer.
El popular PIcadillo, en la foto acompañado por el no menos popular Don Paquito, fallecía en ese año de 1918. |
Con
motivo del día de San Juan, que seguía, por orden del Papa, sin ser festivo, el
restaurante Fornos colocaba en su carta Langosta con mayonesa, Bacalao a la
Vizcaína, Lengua estofada, cocido castellano y bistec estilo Fornos. Era un
buen plan culinario para celebrar por todo lo alto la festividad del Bautista. Y
a fe de que muchos coruñeses así lo hicieron.
Calin
Fernández Barallobre.